hoja informativa

domingo, 1 de noviembre de 2009

VENCIENDO LOS TEMORES

Esta vez el viaje me pareció más rápido. Como la camioneta salió muy llena de personas y cosas, Marcelo ya no paró en el camino. Traté de acomodarme de la mejor manera, pero un viaje tan largo y con tablas tan duras, con barandas que te golpean la espalda en cada frenada, siempre terminas “molido”. Un poco más de mediodía ya estábamos entrando a San Francisco. Gran parte de la carga esta vez eran cajas de cerveza. La fiesta de las velaciones, en la que la gente va los cementerios a ponerle velas a sus muertos, suele terminar en una celebración de vivos en honor a los muertos… y a veces con algunos excesos.
Entrando al pueblo Valerie, Carly y Curtis, charlaban con Isaac y Zoila sentados apaciblemente en su banca fuera de la casa. Todos me miran y me saludan. Besos y abrazos mutuos, cierran nuestra llegada. Valerie se para, para ver cómo va su almuerzo, su especialidad: sopa. Me dice que me invita a almorzar.Por supuesto acepté. Carly comienza a tejer una jerga. "Ellas son muy inteligentes aprenden rápido", me dice Zoila. Yo le digo que debería pensar en un negocio de exportación de tejidos. Valerie y Carly las exhiben y venden en USA y ella las fabrica con ayuda de las señoras y señoritas de San Francisco. Parece que la idea le gusto a Zoila, en unos cuánto segundos teníamos sobre la mesa muchos de sus tejidos … gran variedad y combinación de colores.
La asamblea en el pueblo estaba convocada para las 7:00 pm; pero antes a las 5:00 pm los jóvenes que se encargarían de dirigir la reunión tendrían un ensayo. Eran cerca de las 2:30 pm, tenía tiempo de ir a descasar un rato al puesto de salud. Antes Zoila me invitó una sopa de guineos. Parece que la sopa de Valerie demoraría un poco más. Acepté.
A las 5.00 p.m las jovencitas iban llegando una a una al puesto de salud. Cada una tenía una tarjeta con un texto que debían aprender. Sobre una de las paredes estaba la agenda de la reunión. La idea era que voluntarios y yo participemos lo menos posible. La mayor parte de la reunión debería estar a cargo de los propios jóvenes.
Empezó el ensayo: miradas al piso, mirada al techo, sonrisitas y hasta silencio total, fueron algunas reacciones de las jovencitas. Poco a poco irán mejorando, lo importante ahora es que todas asuman su responsabilidad de dar a conocer a su comunidad el avance. Muchas de ellas nunca habían estado frente a un público. La reunión se extendió hasta muy cerca de las 7:00 pm., era hora de despedirnos para que vayan a sus casas a preparase para la reunión.
El local comunal estaba invadido de calaminas y vigas de madera. Tuvimos que hacer algunos arreglos. La gente iba llegando poco a poco. Prendimos nuestro lamparín a gas. Usamos el balón de gas de la cocinita de Valerie. Las jovencitas participantes llegaban poco a poco. La hora avanzaba. Las encargada de abrir el programa no aparecían. Curtis y Valerie salieron a buscarles. Habían "desaparecido". El temor pudo más que su responsabilidad. El equipo de las participantes debía ajustar el programa y empezamos la reunión, aunque con un poco de retrazo. Curtis y Valerie hicieron la introducción y las jovencitas una a una iban participando, contando cómo habían avanzado en las clases, qué actividades habían hecho, qué les había gustado más. Una de ellas anunció que el 11 de noviembre empezaban las clases para adultos, a partir de las 6 de la tarde. Yesica y Jeffry, fueron los encargados de explorar entre los asistentes las ideas de nuevos proyectos. No fue fácil, los padres de familia no participan, se quedan callados muchos de ellos. Ahora comprendo porque los jóvenes y señoritas son así. Yesica y Jeffry vuelven a solicitar ideas por segunda y tercera vez. Por fin un padre de familia se para y recuerda que uno de los grandes problemas era la basura… que algo se tenía que hacer. Jeffry va tomando nota. Se animan otros padres. Uno dice que debía haber un botiquín comunal, porque el técnico de salud no para en el puesto. Otro dice que debía pasarse todos los sábado película educativas. Después nuevamente silencio total.
Tocaba mi intervención. Empecé felicitándoles. Cuando la camioneta entró a San Francisco, pude verificar que varías familias ya habían empezado a construir las paredes de sus baños … entonces siempre había estado en sus manos, por lo tanto no necesitaban de nuestra ayuda. Parece que la gente ya lo había entendido y ya no requerían de mayor explicación.
Eran un poco más de las 9:00 pm. Agradecimos a todos por su asistencia. Insistimos en que deben seguir apoyando a sus hijos. Antes de retirarnos se leyó las ideas de proyectos que habían salido. Estas serían analizadas por los jóvenes y voluntarios para diseñar un proyecto que pueda aplicarse el próximo año.
Durante la cena que gentilmente invitó Carly: chifles (plátano verde cortado y frito), queso y sopa, comentamos la reunión. Para mí había sido un éxito: la gente asumió que los baños los hacen ellos, el 75% de los jóvenes participaron y la población expusieron sus ideas de proyectos. Solo había que cerrar bien las clases, las que quedan con las jóvenes y la de los adultos. Es necesario que las jóvenes sigan practicando, sobre todo aquellas que esta vez “desaparecieron misteriosamente” …
Tenía que ir a descansar, a las 2.00 am debía emprender mi caminata rumbo a Pajonal y poder dar alcance al ómnibus que baja de Lalaquiz. Esta vez dormiría en casa de la familia de Curtis y Carly. El guía sería un jovencito universitario, Jhonny Leo Dan … Dentro de tres semanas Curtis y Carly irían a Piura, ahí nos pondríamos de acuerdo para preparar la clausura del curso… el año se nos va …

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